Ella dijo no ♣ ¡ Tantas como había en el mundo, y tuvo que escogerla a ella ! Así pensó cuando al sentirse entre sus brazos , creyóse morir. Las manos rudas y anchas de aquél hombre barbudo y arisco , atenazaron su esbelto talle dejándola sin voluntad . Sentía su aliento tan cerca , que cada expiración de él aireaba de forma desagradable su diminuta faz, amarilla por el trance. Pensar que le pertenecía sin poderse oponer, laceraba su piel.. - " Dime de tus propios labios eso que quiero saber. Una palabra me sobra y basta para ser totalmente feliz. Solo un " si " me dejará satisfecho " . Notó como apretaba su cintura sin piedad,y sin miramiento alguno, comenzó a desnudarla.. Si , no, si, no, si, no, musitaba ella quedamente. La última sílaba emitida fue un rotundo " no " que le envolvió de forma violenta , y que hizo que descargara toda su ira sobre el frágil cuerpo que aún sostenía entre sus brazos. Sin miramiento alguno, lo arrojó contra el suelo. Y allí, marchito y desvestido de sus pétalos, quedó el tallo de la hermosa margarita. La negación no tuvo la culpa. Solo fue culpable la fuerza. ♣

En la Luna ♣

Solo tenía que cerrar los ojos para empezar a soñar.
Se túmbó al borde de la orilla del caudaloso río, y con la mirada puesta en el infinito, dejó volar su imaginación.
Transcurridos unos minutos, pudo contemplarse sentada en el cráter  blanquecino del segundo izquierda ; ése que tiene la Luna según la miras desde el pequeño horizonte de tus ojos..
Le colgaban las piernas..¡ Era tan diminuta !. ¡  Y la Luna tan grande ! Pero se sintió segura y feliz allá arriba.
La asombrosa perspectiva que le ofrecía su nueva posición, hizo que relativizara todo lo acontecido..
Y decidió quedarse allí.
Total, solo tenía que permanecer durmiendo un poco más..

Recomponiendo un "gerundio " ♣

No supo bien en qué instante decidió retomar la marcha.
El camino se había hecho  tortuoso en un momento del ascenso, y decidió sentarse bajo la sombra de un roble a descansar .
La vista era magnífica. El valle, en el esplendor del  recién estrenado otoño, se mostraba insolente ante sus ojos, vestido de ocres, amarillos, rojos, naranjas, marrones..
Durante unos minutos, ( quizá horas ), permaneció allí sentada  con la cabeza reclinada en el tronco del frondoso árbol . No supo bien si se  llegó a dormir, pero al levantarse y emprender de nuevo el camino, sintió que la sangre fluía por sus venas  de manera diferente..
Podría no llegar a la cima a la hora prevista. Pero llegaba..¡ Seguro que llegaba !
Ahora si..

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